A través de este apellido único, Frederique Constant no sólo ha dado nueva vida a la relojería clásica, sino que también ha dado expresión concreta a su misión fundacional: hacer que los relojes de lujo sean accesibles al mayor número de personas posible. Esta colección icónica afirma su encanto atemporal con un diseño más moderno, más fuerte y más contemporáneo.